En nuestra
época, de pleno dominio del sistema decimal y de la escritura de fracciones
decimales podemos perder la perspectiva del manejo de fracciones en las
culturas tradicionales. Incluso el lenguaje ordinario ha perdido usos habituales
en los tiempos cervantinos.
Ahora que estamos trabajando con las fracciones veamos algunas:
Tercia parte a
la persona que lo acusaré
(Privilegio)
Mejorado en un
tercio y un quinto ( Libro
I, capítulo XXI)
Hemos de salir
mejorados en tercio y quinto
(Libro II, capítulo XXXI)
Tres cuartos de
legua habían andado (Libro
I, capítulo XXIX)
Y como la noche
iba casi en las dos partes de su jornada (2/3) (Libro I, capítulo XLII)
Envió a la
duquesa hasta medio celemín
[de bellotas] (Libro II, capítulo LII)
Las monedas y dinero en Don Quijote:
• <<Yo voy por cinco años a las señoras gurapas por faltarme diez ducados.
- Yo daré veinte de muy buena gana -dijo don Quijote- por libraros desa pesadumbre.
-
Eso me parece -respondió el galeote- como quien tiene dineros en mitad
del golfo y se está muriendo de hambre, sin tener adonde comprar lo que
ha menester. Dígolo porque si a su tiempo tuviera yo esos veinte ducados
que vuestra merced ahora me ofrece, hubiera untado con ellos la péndola
del escribano y avivado el ingenio del procurador, de manera que hoy me
viera en mitad de la plaza de Zocodover, de Toledo, y no en este
camino, atraillado como galgo; pero Dios es grande: paciencia y
basta>>.
El funcionamiento de los músculos obedece a un proceso voluntario; pero no sucede lo mismo con el miocardio
y con los músculos lisos de los vasos sanguíneos, del tubo digestivo,
de la vejiga, etc. Estas vísceras, que cumplen funciones de la vida
vegetativa lo mismo que las glándulas, actúan de modo independiente
(autónomo), no obstante estar en comunicación con el sistema nervioso central.
El sistema nervioso autónomo o vegetativo es, pues, la parte del sistema nervioso
relacionada con la regulación de las funciones de la vida vegetativa
(respiración, digestión, circulación, excreción, etc.) que no está
sometido a la voluntad. Como su nombre lo indica, es un sistema autónomo.
Sistema Simpático
El simpático es un sistema nervioso compuesto de dos cadenas de 23 ganglios situados a lo largo y a los dos lados de la columna vertebral, y que presiden la respiración, la circulación, las secreciones, y en general todas las funciones de la vida de nutrición.
Cada ganglio es una masa de sustancia gris; comunica con el ganglio que precede y con el que sigue; además recibe una ramificación de un nervio raquídeo (rama comunicante) y emite una prolongación que dirige las funciones de los órganos.
Los ganglios se agrupan en: 3 cervicales, 12 dorsales, 4 lumbares y 4
sacros. Los nervios que salen de los ganglios forman varios plexos.
Sistema Parasimpático
El sistema parasimpático (al lado del simpático) está
constituido por fibras pertenecientes a ciertos nervios craneales y
nervios raquídeos (de la región sacra).
El sistema parasimpático comprende dos porciones:
- La cráneo-bulbar
- La sacra
El Sistema Nervioso Simpático y el Sistema Parasimpático realizan acciones que pueden parecer antagónicas (opuestas) de una misma función.
Para ello, el Sistema Nervioso Simpático actúa en casos de urgencia y
de estrés provocando diversas reacciones como el aceleramiento del
pulso y la respiración, frena la digestión, aumenta la presión arterial
y hace que la sangre llegue en mayor cantidad al cerebro, piernas y
brazos, también hace que aumente el nivel de azúcar en la sangre.
Todo esto lo hace para preparar a la persona para que utilice al máximo su energía y pueda actuar en situaciones especiales.
El Parasimpático, en cambio, almacena y conserva la energía y
mantiene el ritmo normal de los órganos y glándulas del cuerpo. Después
de un susto, trauma, dolor intenso o cualquier situación especial del
cuerpo, el Parasimpático se encarga de que todo vuelva a la calma y
normalidad.
De estos dos, obviamente el Parasimpático es el más importante para
sobrevivir, porque si no normalizara las funciones, el cuerpo no podría
soportalas.
Efecto de la estimulación simpática y parasimpática
El sistema nervioso autónomo produce estimulación en unos órganos e
inhibición en otros. La subdivisión del sistema nervioso autónomo hace
que este lleve a cabo acciones integradas y frecuentemente opuestas con
una finalidad: la armonía y sinergia del organismo.
Ambos componentes no son antagónicos entre sí: la mayor parte del
tiempo (excepto en periodo de estrés) interactúan de una forma armónica
e imperceptible. A través de esta inervación, la división simpática
produce una respuesta muy amplia; en cambio, el parasimpático se
caracteriza por su acción más limitada a las áreas locales de
inervación
Sistema Nervioso Autónomo
Localización
Estimulación Simpática
Estimulación Parasimpática
Sistema Cardiovascular
Aumento de la tasa cardíaca y la fuerza de contracción cardíaca
Disminución de la tasa cardíaca y la fuerza de contracción
Sistema circulatorio
Vasoconstricción periférica
En general poco efecto sobre los vasos, pero favorecen la vasodilatación en los vasos coronarios y cava
Aparato digestivo
Vasoconstricción abdominal, favoreciendo un déficit en la secreción y motilidad intestinal
Aumentan la secreción y motilidad intestinal
Glándulas exocrinas
Inhiben la secreción hacia conductos o cavidades, excepto en las sudoríparas.
Promueven la secreción a excepción de las glándulas sudoríparas.
Sistema ocular
Dilatación de la pupila (midriasis).
Contracción de la pupila (miosis).
Sistema renal
Cese en la secreción de orina, y cese en relajación de esfínteres.
Aumento en la secreción de orina y aumento en contracción de esfínteres.
El 26 de septiembre de 1604 el privilegio real –permiso-, a favor de
Miguel de Cervantes
Saavedra, le permitió que en diciembre de ese año, exactamente
el 20 de diciembre, compuesto el libro, quedara impreso, apareciendo
a principios de enero de 1605 en el mercado, realizándose la segunda
edición, con nuevo privilegio para Portugal, el 9 de febrero.
Su editor fue Juan de la Cuesta, y hemos de decir,
que ya la primera edición constituyó lo que hoy denominamos un best-seller.
La tercera edición de Juan de la Cuesta, no fue la única que
se hizo en aquellos años, pues también en 1605 hubo varias de ediciones
furtivas del Quijote, una en Lisboa y dos en Valencia;
las valencianas autorizadas.
Cuando actualmente tantas irregularidades se señalan
en el mundillo literario, no estaría de más recordar que el Quijote
fue manipulado por Juan de la Cuesta al presentar variantes y
correcciones que durante años se creyeron obra de Cervantes.
En 1615 se publicó en Madrid la segunda parte deDon Quijote, y a punto estuvo de ser obra póstuma ya que
cinco meses más tarde de su salida al mercado, falleció el autor.
En castellano fue impresa treinta veces en el siglo
XVII, cuarenta en el XVIII, doscientas en el XIX, en el siglo XX a razón
de unas tres al año, y actualmente, en nuestro XXI, las ediciones no
cesan de proliferar con motivo del 400 aniversario, habiendo incluso
muchas adaptaciones para los niños, tanto en versión infantilizada como
en cómic, -aunque esto haya sucedido otras veces con anterioridad-.
En cuanto a traducciones, la primera en inglés estuvo
a cargo Thomas Shelton, Londres 1612,
y la segunda parte, del mismo Shelton, en 1660.
La traducción al francés de la primera parte del Quijote,
corresponde a César Oudin, París 1614, y la segunda parte de
la obra, pertenece a François de Rosset, París 1618.
En Italia, es Lorenzo Franciosini de Castelfiorentino,
quien lleva a cabo en 1622 la traducción de la primera parte y en 1625
de la segunda, ambas en Venecia.
Respecto a la segunda parte de Las aventuras del
ingenioso hidalgoDon Quijote de la Mancha, Cervantes
las escribió porque ya entonces existían los oportunistas que se aprovechaban
del talento ajeno para medrar a su costa; me estoy refiriendo concretamente
al Quijote apócrifo de Avellaneda.
Pero las traducciones no se detuvieron en estos idiomas,
ya que también en el XVII, se hicieron otras tantas en alemán y holandés
y en el XVIII, fueron el danés, el polaco y el ruso las lenguas en que
se tradujeron las aventuras del hidalgo castellano, y después, en los
siglos sucesivos, al resto de los idiomas cultos.
Recordemos que el Quijote es el libro
más leído después de la Biblia, lo que le sitúa en el puesto de indiscutible
best seller internacional y secular. ¡Lástima grande que quien lo escribiera
pasase una vida de penurias económicas y pudiese ser enterrado, merced
a la caridad de la Venerable Orden Tercera, en el convento de las Trinitarias
Descalzas, sepelio en el que sus restos se mezclaron con los de otros,
por lo cual no se puede identificarlos!
(Por cierto y como anécdota curiosa citaremos, que fue
Inglaterra la primera nación que consideró el Quijote
una obra universal y a su autor un genio, siendo Francia la segunda.
¡España tardó cien años en darse cuenta!).
En cuanto, y seguimos con el anecdotario, al “famoso
lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme”, se han hecho
últimamente investigaciones al respecto dirigidas por el catedrático
de sociología Francisco Parra, deduciéndose lo siguiente: que
en la provincia de Ciudad Real, es Villanueva de los Infantes, ese “lugar
de la Mancha” en donde viviera Don Quijote.
Labor detectivesca que, basándose en la velocidad de
Rocinante y Rucio, la venta donde tuvo lugar
el manteo de Sancho Panza y el camino entre Venta de Cárdenas
y Cartagena, ha alcanzado esta conclusión.
El cuerpo humano es una compleja
máquina. Requiere que muchas de sus piezas, cadenas y engranajes
trabajensimultánea
y sincronizadamente
para que cada uno de nosotros pueda llevar una vida normal. Y al igual
que todas las máquinas de alta tecnología, necesita de un
computador
central que administre y controle cada una de sus funciones y movimientos.
Pero nuestro ordenador es mucho más completo, ya que además
nos permite pensar, sentir, actuar y decidir.
Este tremendo computador es el
Sistema Nervioso, constituido por un conjunto de órganos que nos
permiten ponernos en contacto con el mundo exterior y dirigir las funciones
orgánicas. Su trabajo consiste en recoger losestímulos que recibimos tanto
en el ámbito consciente -por ejemplo, la luz del sol-, como en
el inconsciente -como puede ser el daño que provoca un virus en
nuestro estómago-, transformándolos en impulsos nerviosos.
Estos llegan a la parte específica del cerebro que controla la
zona estimulada, donde se procesa la información y se genera la
reacción o respuesta.
Las reacciones son muy variadas.
Van desde la producción de movimientos voluntarios:
caminar o mover partes del cuerpo, el control del funcionamiento interno
de nuestro cuerpo: la secreción de las glándulas, la circulación,
la digestión o la respiración, hasta las sensaciones producto
de la estimulación de los sentidos: vista, oído, olfato,
tacto y gusto.
Además de todo esto, en
este sistema, específicamente en el cerebro, se concentra la actividad
intelectual y afectiva. Así, el Sistema Nervioso nos permite pensar,
comunicarnos, aprender, recordar; es la sede de nuestros sentimientos,
sensaciones y emociones.
Las fracciones o números fraccionarios son números que expresan una cantidad determinada de porciones que se
toman de un todo dividido en partes iguales.
Se representa con una barra
oblicua u horizontal que separa dos partes:
el denominador
que es el número que nos dice las partes en que se ha dividido la unidad y que se coloca en la parte inferior de la línea de la fracción;
el numerador
que es el que nos indica el número de partes que se han tomado de esa unidad y que se coloca en la parte superior.
Los órganos de los
sentidos son los encargados de obtener información del ambiente que nos rodea.
Además, existen también receptores internos que captan las condiciones del
interior del cuerpo.
Todos ellos están conectados a los centros nerviosos
(cerebro, médula...) mediante nervios o terminaciones nerviosas.
Los sentidos son cinco:
la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Residen en los ojos, los
oídos, las fosas nasales, la lengua y la piel, respectivamente.
Cada órgano de
los sentidos reacciona ante diferentes estímulos: un rayo de luz, un
sonido, un aroma... y crea un impulso nervioso.
En la cabeza se
encuentran los cinco sentidos. Es un lugar muy indicado para percibir
fácilmente los estímulos procedentes del entorno, porque es la parte más alta
del cuerpo.
El sentido del tacto está repartido por toda la piel, ya que su
misión es reconocer la forma, la temperatura... de los objetos al entrar en
contacto con ellos.